Cómo convertir la depresión en motivación

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Pasé la mayor parte de mi adolescencia y principios de los 20 con depresión, a pesar de hablar con amigos y familiares, pasar muchísimas horas, principalmente por la noche, navegando por foros de Internet leyendo sobre cómo otras personas pudieron solucionar su depresión, e incluso reunirme con profesionales.

Hablaremos de lo inútiles que fueron estas cosas ahorita – En lo que realmente quiero centrarme hoy es en una forma diferente de tratar la depresión que no leerás en ningún libro ni verás en otros videos.

Una vez que lo entendí COMPLETAMENTE, no SÓLO curó mi depresión… me convirtió en un dios.

Ok, no me convirtió en un dios, pero me dio un superpoder, transformándome de un simple mortal que nunca hizo nada de lo que siempre se propuso, en EXACTAMENTE lo opuesto.

Mi gran negocio e inversiones, la salsa, el boxeo, la chica sexy y, por supuesto, mi creciente colección de figuras de acción.

Todo se debe al conocimiento poco común que estoy a punto de compartirte. Para entenderlo, tendremos que emprender un viaje de 4 pasos, comenzando con:

Paso 1: Tocar fondo

En 2011 encontré a la que pensé que era la chica de mis sueños. Unos meses más tarde volvió con un tipo inteligente, exitoso, espiritual y filosófico… mientras yo me basaba en mirar deportes y emborracharme los fines de semana.

Cuando ella me dejó, estaba SEGURO de que NUNCA volvería a encontrar a una chica así. Esta fue la peor depresión que experimenté jamás.

Al principio, hice todo lo que ‘se suponía’ que debía hacer para mejorar, y como no funcionó, decidí que solo ‘esperaría’ a que el dolor terminara… Fue allí cuando ocurrió un milagro.

Estaba fumando un cigarrillo en la azotea del edificio donde vivía, mirando con tristeza el horizonte de Nueva York como lo había hecho todas las noches durante meses, cuando de repente, poco después de la medianoche del 11 de marzo de 2011, alcancé oficialmente el punto más bajo de toda mi vida.

Lo sé porque al momento siguiente fue cuando todo cambió.

En menos tiempo del que se tarda en chasquear un dedo, me desperté con el conocimiento profundo de que no TENÍA que experimentar la depresión de la forma en que la sociedad me había enseñado a experimentarla…  que en cambio,  podía utilizarla como ENERGÍA.

Al entender esto,  sentí que un poder enorme había entrado en mi cuerpo. Tiré mi cigarrillo y comencé a saltar tan alto como pude… las lágrimas corrían por mi rostro.

Luego corrí de regreso a mi departamento, y OBSESIVAMENTE comencé a hacer TODAS las cosas que siempre supe que debía hacer pero que nunca hice, empezando con, por primera vez en mi vida… comprar un libro.

Ahora comenzaba todas las mañanas con algunos capítulos y una taza de café, y a partir de ahí, fluía como nunca.

Me aislé por completo de mis amigos y las redes sociales. Sin procrastinación, sin distracciones: cada segundo de cada día lo pasé trabajando para alcanzar mi verdadero potencial.

En mi ocupación, rápidamente pasé de ganar muy poco por diseñar sitios web que me tomaban MESES terminar, a ganar miles de dólares diseñando sitios que ahora solo me tomaban días.

En mi físico, pasé de no haber corrido nunca más que unas pocas cuadras, a correr, andar en bicicleta y nadar durante horas todos los días, y un año y 2 meses después volaría a Sudáfrica para competir en mi primer ironman…

Y ya saben más o menos el resto.

Aquí está la cuestión: para comprender completamente lo que estoy tratando de compartir, debemos poder mirarnos en el espejo y REALMENTE ser honestos con nosotros mismos – entender que lo más probable es que YA ESTAMOS tocando fondo.

Somos incapaces de hacer las cosas que sabemos que deberíamos estar haciendo, y hemos perdido una gran parte de nuestras vidas debido a esto.

Sabemos que tenemos que cambiar, pero somos completamente impotentes para hacerlo.

Entonces…  ¿Por qué diablos estamos gastando tanto tiempo tratando de mejorar algo que ya está roto, cuando podríamos hacer lo contrario?

A LA MIERDA la auto-ayuda… la AUTODESTRUCCIÓN es MUCHO más efectiva.  Cuando destruimos lo que creemos que somos, LIBERAMOS aquello en lo que podríamos convertirnos.

Todo esto comienza con la destrucción sistemática de las verdades fundamentales que constituyen nuestra realidad, similar a una cárcel.

Abordaré profundamente esto en otros videos, pero por ahora hablemos de la «realidad» de la depresión.

Paso 2: Entender cómo la sociedad ‘distorsiona’ la depresión

Nos enseñan que la depresión es una enfermedad a largo plazo que requiere tratamiento de un profesional, que puede decidir si debemos o no tomar medicamentos para ayudar a aliviar los síntomas. No hay nada intrínsecamente malo en esto.

Cuando los que nos rodean ven que estamos deprimidos, nos alientan a «despejarnos» saliendo con amigos o haciendo algo que disfrutamos.

Intentan ayudarnos porque se preocupan por nosotros. No hay nada intrínsecamente malo con esto tampoco.

Pero aquí está la cosa, todo lo que la sociedad nos alienta a hacer: confiar en los demás, buscar ayuda, tomar medicamentos, distraernos, todos estos son remedios EXTERNOS que no hacen NADA para abordar la raíz de la depresión que, por supuesto, es un problema INTERNO.

Y NUNCA escuchamos sobre soluciones internas, porque el objetivo principal de la sociedad moderna es la GANANCIA, y NO hay absolutamente NINGUNA ganancia que se pueda obtener dentro de uno mismo.

Imagínate por un segundo cómo colapsaría la economía mundial si todos miráramos primero internamente para resolver nuestros problemas en lugar de mirar a cosas EXTERNAS.

¿Qué nos dice eso sobre la verdadera naturaleza de la realidad?

Paso 3: Comprender la ‘realidad’ de la depresión

Las creencias sociales en torno a la depresión son tan concretas que se considera tabú incluso cuestionarlas.

¿Por qué no podemos tener una conversación racional sobre si la depresión es una ‘opción’, sin que fanáticos hambrientos nos griten?

La depresión en sí misma es un «efecto», y sabemos que todo «efecto» tiene una causa, que en el caso de la depresión es diferente para cada persona.

No estar contento con lo que somos, o dónde estamos en la vida, la frustración sexual o la sensación de que nunca encontraremos una buena pareja… quizás una circunstancia familiar o de vida particularmente difícil.

Para la mayoría de nosotros, la depresión es el resultado final de sentir muchas de estas cosas durante un período sostenido de tiempo.

Cuando creemos que estamos deprimidos, experimentamos  «emociones negativas», como tristeza, soledad, ira o miedo.

Y aquí empieza el problema, porque la idea de una ‘emoción negativa’ es absurda…

Es una verdad fundamental que aceptamos como uno de los pilares que forman nuestra realidad y que les recomiendo destruir.

Si nos fijamos bien, hay un lugar antes de lo positivo y lo negativo, un lugar donde las emociones existen simplemente como emociones.

Y en ese lugar podemos ELEGIR cómo percibirlas. y aquí es donde comienza el poder que estoy describiendo.

Paso 4: Decidir cómo reaccionar ante las emociones «negativas»

Cuando algo nos SUCEDE – Tal vez fallamos en una tarea, nos despiden del trabajo, alguien que nos gusta nos rechaza, o es sábado por la noche y estamos solos… otra vez.

La sociedad nos enseña que es NORMAL reaccionar NEGATIVAMENTE a estas cosas… pero ¿realmente tiene que ser así?

Pensándolo bien… ¿No es un poco tonto reaccionar de esta manera, ya que solo empeora las cosas cuando podríamos estar mejorándolas?

Si miramos de cerca, hay un espacio entre las cosas que nos pasan y cómo reaccionamos ante ellas.

Cuando nos sentimos impotentes, sin poder salir de la depresión, quizás es porque no vemos ese espacio.

Cuando aprendemos a observarlo, podemos ejecutar la siguiente fórmula que utilicé para canalizar mi depresión en poder:

Primero, nos sucede algo que generalmente nos hace sentir algún tipo de emoción negativa.

Después, en lugar de reaccionar «negativamente» como siempre lo hacemos, debemos ELEGIR usar la emoción como el COMBUSTIBLE para impulsar las ACCIONES que, en cambio, NOS muevan HACIA  lo INCREÍBLE en lo que sabemos que podemos convertirnos si simplemente hacemos las cosas que sabemos que DEBEMOS hacer.

Tan pronto como comencemos a hacer esto, en ese mismo espacio donde ahora elegimos reaccionar positivamente, podemos comenzar a PERCIBIR las emociones negativas COMO POSITIVAS debido al efecto POSITIVO que están creando.

Y esto es lo que hace que el proceso de canalizar la depresión hacia el poder se vuelva automático.

Esa es la fórmula.

Ahora, TENEMOS que estar dispuestos a desafiar las cosas que actualmente aceptamos como verdad, lo cual puede ser fácil si sólo observamos qué tan profundamente nos limitan esas verdades.

Después de eso, todo lo que queda es probarlo con la plena confianza de que funcionará. Y si no estás convencido que va funcionar, ¿Qué tienes para perder?

En mi caso, esta no es una fórmula que practico… ya es lo que soy. Obviamente siento tristeza, ira, frustración, etcétera, pero rara vez reacciono negativamente a ellas.

En cambio, las canalizo hacia el combustible que uso para darme la vida que antes creía imposible.

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Este es el camino.

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