Por Qué La Mayoría de Mentores y Coaches Apestan (y Cómo Encontrar Los Buenos)

Por Qué La Mayoría de Mentores y Coaches Apestan (y Cómo Encontrar Los Buenos)

Este canal ha tenido un crecimiento explosivo durante los últimos meses, y una de las cosas más curiosas para mí ha sido la cantidad de comentarios y mensajes que ustedes me dejan, refiriéndose a mi como «mentor» y esto me ha hecho pensar bastante, porque aprender de la persona «correcta», ya sea un mentor, entrenador, o en términos generales,»profesor», puede transformar tu vida por completo. 

Pero por el otro lado, el «profesor» incorrecto, puede jugar un papel muy grande, dañandonos. En el mejor de los casos, vacían nuestras cuentas bancarias sin habernos enseñado nada de valor y en el peor de los casos, nos desvían de nuestros caminos hacia el camino incorrecto, donde es posible que pasemos meses, años y en algunos casos todas nuestras vidas, atrapados en el purgatorio, condenados a correr en círculos y a no descubrir nunca nuestra verdadera esencia, y sin poder hacer algo cercano a nuestro verdadero potencial.

Algo particular que he notado dentro de los campos relacionados al autodesarrollo, es que la gran mayoría de entrenadores, mentores y otra vez, en términos generales, «profesores», son malos, terribles, tan malos, que los que no son «tan malos», los vemos de cierta manera como «buenos».

Lo confuso es que, la mayoría de estos profesores son peligrosos para sus estudiantes, y ni siquiera se dan cuenta, viven en la ilusión de que están ayudando a las personas, cuando en realidad solo están haciéndoles daño. Si necesitan evidencia, miren a todas las personas que están tratando de mejorarse a sí mismos, ¿Cuántos de nosotros hemos pasado años sintiendo que estamos mejorando, pero cuando nos miramos en el espejo… ¿Qué tanto hemos mejorado de verdad? Esta es la ilusión de la superación y está en el núcleo de cada mal profesor.

De todas formas, he pensado mucho sobre esto, en mis 35 años en este mundo, he aprendido de cientos de personas que realizan distintas actividades, así que en este post les voy a compartir las 5 observaciones principales que he hecho para que seamos capaces de identificar «malos» profesores y al mismo tiempo cómo encontrar «buenos» profesores.

1. No han llegado a niveles altos en lo que están enseñando

Los profesores más peligrosos son los que toman todas sus enseñanzas de libros y cosas que han leído o han visto en línea, porque esos profesores solo existen dentro del mundo teórico y de las ideas, el mundo «académico». El problema es que la realidad de algo es muy diferente a la idea de ese algo, es por esto que la gran mayoría de las comunidades de autoayuda proclama «saber» lo que necesitan hacer para mejorar, sin embargo, no son capaces de mejorar.

Pero regresando al tema de «malos profesores», empecemos con ejemplos obvios, entrenadores físicos que son gordos y no están en forma, puede que hayan estudiado e investigado demasiado, pero la realidad es que no saben cómo traducir lo que han aprendido dentro del mundo real y aprender algo es traerlo desde el mundo de las «ideas» y actualizarlo, o personificarlo. Conocer el camino no es recorrer el camino, recorrer el camino es conocer el camino.

La mejor dieta no es la dieta mediterránea, la dieta vegana, la dieta ceto. La mejor dieta es aquella que realmente somos capaces de seguir y en la que nos sentimos bien.

El mejor plan de ejercicios no es 5×5, crossfit, altas o bajas repeticiones. El mejor plan de ejercicios es el que realmente somos capaces de seguir y en el que nos sentimos bien.

En la mayoría de los casos, las personas que les falta «ese algo» necesario para ser exitosos en un campo en particular, terminan «enseñando» ese algo como una forma de validación de que son buenos en ese tema sin ser buenos en la realidad. Esto se ve mucho en Instagram y en YouTube, y es muy común entre los jóvenes, mentores de negocios que nunca han construido un negocio exitoso, gurús de «Mentalidad Millonaria» que ni siquiera han ganado un millón de dólares.

Si vamos a aprender algo, queremos que la persona que lo enseña haya hecho esa cosa que estamos buscando aprender, y mucho mejor, si es a un nivel superior al que te encuentras en este momento. Si se encuentran a un nivel inferior, van a estar limitados en las formas que nos podrán enseñar porque su experiencia es mucho más limitada, a niveles superiores, es casi seguro que han estado en contacto con muchos más caminos hacia los resultados deseados, y por tanto, pueden ser flexibles en la manera que nos pueden enseñar.

Me usare a «mi» como ejemplo, en lo que tiene que ver con el «autodesarrollo», estoy en un nivel muy alto, y esta es una de las razones por la que muchos de ustedes conectan con mi contenido en formas que de verdad les ayudan a moverse a lo largo del camino. Si apilamos mi contenido con los demás, mi contenido va a destacar sobre los demás  porque yo puedo ver con claridad muchas cosas, que pocas personas en este planeta pueden identificar, no saco mis ideas del mundo teórico, yo hablo directamente desde la experiencia, donde tengo bastante #humildad

Pero por estas mismas razones, no subo tanto contenido enfocado en negocios, entiendo lo que he logrado en los negocios y que esto me pone en el grupo del 0.01%, pero aun así, hay gente ahí afuera que ha logrado mucho más de lo que yo he logrado. He tenido mucho éxito en 1 negocio, con un poco de bienes raíces como complemento, pero existe mucha gente ahí afuera que ha alcanzado éxito tremendo, cientos de veces más de lo que yo he hecho, en múltiples negocios.  Al dominar múltiples caminos hacia el mismo «resultado de éxito», esas personas pueden ver con claridad muchas cosas que yo aún no puedo ver y de esta manera pueden ser más flexibles en sus enseñanzas.

2. No les gusta enseñar

En general, todos los estudiantes buscan un «resultado final» específico, en el gimnasio, busco mi físico ideal, en boxeo, quiero competir y ganarle a mis oponentes, en yoga, quiero ser capaz de hacer splits, pero algo que los estudiantes suelen pasar por alto y esto es algo que me costó muchos años entender, a pesar de haber alcanzado los resultados y haber pasado por la línea de meta en muchas ocasiones, es la importancia del proceso, la importancia del camino que lleva hacia el resultado.

Cualquiera puede esforzarse y hacer algo por un breve periodo de tiempo en la búsqueda de un resultado específico, pero la mayoría de nosotros entiende que de cierta manera, si no encuentran una forma de amar el camino, la probabilidad real de llegar hasta el resultado final es demasiado baja, y así, los profesores que no aman enseñar, son el peor tipo de profesores, porque nunca podrán enseñar lo que es sin duda, la lección más importante que un profesor puede dar, el amor al proceso, el amor al camino.

Pasé mucho tiempo odiando bailar salsa, sabía que quería aprender cómo bailar, pero algo tan sencillo como amarrar mis zapatos de baile parecía una sentencia de muerte. Mis profesores, uno tras otro, solo me estaban enseñando cómo memorizar los pasos, así que cuando bailaba me sentía como un robot y como dicen en Colombia «no tenía sabor», estos profesores no estaban disfrutando enseñar, tal vez porque estaban enseñando los mismos pasos básicos todos los días a nuevos estudiantes, de los cuales la mayoría eran extranjeros con sandalias que olían como mierda de vaca sudorosa. Así que nunca aprendí a amar el proceso, y el resultado era que asistía a clases por un tiempo, pero luego dejaba de ir por semanas o meses.

Luego, encontré profesores como Daniela y Mayra, que aman la salsa tanto como aman enseñar, ellas celebraban cada pequeña mejora que tenía, mientras me daban suficiente espacio para poder equivocarme con tranquilidad e intentarlo de nuevo, me enseñaron cómo moverme con la música, cómo expresarme a través del movimiento, el cual era el resultado que estaba buscando desde que comencé, y al hacerlo, me ayudaron a aprender a amar el camino para aprender salsa.

Un mal profesor no ama enseñar, un buen profesor ama lo que enseña, lo cual permite que enseñen a sus estudiantes cómo amar lo que están aprendiendo, y esta es la lección más importante que podemos aprender de un buen profesor, por que es así como podemos persistir en el aprendizaje de lo que sea a largo plazo.

3. No logran empujar al estudiante

Desde mi experiencia, he aprendido mucho más cuando he pasado por situaciones donde he estado muy incómodo, cuando hablamos de incomodidad, dentro del contexto del aprendizaje, suele referirse a lo siguiente: 

Aprendemos sobre  algo mediante un profesor, libro o video, y luego aplicamos lo aprendido, lo cual nos hace sentir incómodos al comienzo, porque somos «nuevos» haciendo esa cosa. Con el paso del tiempo, continuamos aplicando lo aprendido, al hacer eso en el mundo real, nos sentimos cada vez más cómodos, porque estamos haciéndolo bien y es ahí cuando necesitamos empujarnos y motivarnos otra vez, aplicar algo nuevo en lo que no somos buenos, para sentirnos incómodos de nuevo.

Este proceso es el que nos mueve hacia la maestría, un profesor que ya fue «exitoso» en el tema que estamos aprendiendo, debería entender esto y al entenderlo, tratarán de motivarnos en todo momento hacia la zona incómoda de nuestros límites. A través de los profesores «adecuados», que a menudo han sido amigos e incluso personas a las que admiro desde lejos, he aprendido que los límites siempre son mucho más amplios de lo que percibo y a través de muchas historias, en casi todas las situaciones, me he dado cuenta que es gracias a la adversidad que alguien piensa que estaba en sus límites y aún así logró superarlos.

La mayoría de profesores solo hablan, y hablan, y hablan, como si sus palabras de alguna manera se transformaran en conocimiento, intentan hacer «fácil» la experiencia de aprendizaje y nos proveen de respuestas en vez de motivarnos a preguntar por las respuestas adecuadas.

Un buen profesor nos enseñará de una forma que nos «motiva» en todo momento para que apliquemos lo aprendido a pesar de estar en las zonas incómodas de nuestros límites, para existir dentro de la zona incómoda de nuestros límites, nosotros como estudiantes, debemos empujarnos también para llegar a esa zona.

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4. Imponen su estilo al estudiante

Al principio, un profesor que aún está aprendiendo quiénes somos, nos va a enseñar su estilo personal, algo que es muy normal, en realidad, esta es una de las tantas maneras en que un profesor puede empezar a observar nuestras tendencias, predisposiciones, y en general, nuestra «esencia». A medida que avanzamos, el trabajo del profesor será el de ayudarnos a encontrar nuestro camino único, nuestro estilo propio, en vez de solo estar imponiéndose de forma constante ante nosotros.

Pero no olvidemos los detalles, por ejemplo, en boxeo y salsa, existen ciertos fundamentos los cuales debemos aprender, cómo rotar el cuerpo para generar poder cuando golpeamos, cómo mantener nuestra mirada fija en una posición para realizar un giro con la postura adecuada, pero cuando se trata de «estilo», lo cual tiene que ver menos con fundamentos y más con la forma en que nuestra «esencia» se traduce dentro de nuestras acciones, un mal profesor va a exigir que hagamos estas cosas de acuerdo a su estilo, mientras que un buen profesor nos ayudará a descubrir nuestro estilo propio.

El estilo no es sólo específico a actividades físicas como salsa o boxeo, sino que es algo universal, es la manifestación de nuestra «esencia» dentro de esa cosa específica que estemos haciendo. En términos de negocios y autodesarrollo, también existen fundamentos, debemos aprender cómo trabajar duro, cómo perseguir la incomodidad. 

Un mal profesor será inflexible en la forma de guiar nuestro crecimiento, proclamando que tenemos que seguir cierto camino específico para obtener su propia interpretación sesgada del resultado, un buen profesor nos ayudará a construir una base sólida, cimentada en estos fundamentos, nos van a dar el abono y nos ponen en una buena maceta, pero a partir de ahí, simplemente nos riegan y se aseguran de que obtengamos suficiente sol, entendiendo que cada uno crece de formas distintas. 

5. Tratarán de adueñarse del estudiante

Una de las realidades de los profesores dentro del contexto del sistema, en especial cuando se trata de profesores a los que pagamos por sus servicios de nuestro bolsillo, lo que nos convierte en su fuente primaria de ingreso, ¿No les parece algo natural que ellos, con o sin intención, intenten «adueñarse» del estudiante para asegurarse de tener esa fuente fija de ingreso? 

Por otro lado, un profesor puede adueñarse de un estudiante cuando empieza a sobresalir, el ego puede llevarlos a querer «ser dueños» de ese progreso, en lugar de simplemente ser parte de él. Por el contrario, lo que queremos es encontrar profesores que nos guíen, que estén enfocados en nuestro propio beneficio.

Por todas esas razones, es normal que algunos malos profesores desarrollen «dependencia» y esto lo podemos observar en muchos campos, las artes marciales son un buen ejemplo, cuando los profesores proclaman que cierta escuela de artes marciales es superior, y por tanto, exigen que sus estudiantes desarrollen una estricta lealtad a una escuela en particular, Karate, Jiu Jitsu, Aikido, Kung Fu, justo esto fue lo que convirtió a Bruce Lee en alguien revolucionario, él creó una filosofía de artes marciales, Jeet Kune Do, la cual combina diferentes estilos. Él creía que en vez de pregonar superioridad de una escuela en particular, deberíamos, por el contrario, estar abiertos a todas las escuelas de pensamiento, y escoger los mejores elementos de cada una de las escuelas.

La forma en que se crea este tipo de «dependencia» por parte de profesores es también una de las razones por las que creo que todos los gurús son absoluta basura, lo que un gurú hace en esencia es afirmar que «conoce el camino exacto» hacia un resultado en particular que deseemos, lo que implica que solo existe un camino único, y por tanto promueve una dependencia en dicho Gurú, para que nos muestre ese camino único.

La realidad es que existe un número infinito de caminos hacia cualquier resultado y un buen profesor nos ayudará a movernos a lo largo de nuestro propio camino particular.

También quiero mencionarles de forma breve, es inevitable que lleguemos al punto donde un profesor no va a poder ayudarnos a progresar más en el camino, y es ahí cuando un buen profesor, en vez de intentar «adueñarse» de nosotros, por el contrario, dejará que sigamos por nuestra cuenta.

Conclusión

Bueno amigos, hagamos un resumen, estas son las 5 maneras de identificar un “mal mentor” y de buscar uno bueno.

1. No Han Destacado en lo que Están Enseñando

El mundo teórico no tiene nada que ver con el mundo real. Aunque suene bien, no siempre funciona, los profesores enseñan de los libros. Buenos profesores ilustran desde la riqueza de la experiencia.

2. No Les Gusta Enseñar

El aspecto más importante para aprender lo que sea es aprender a amar el camino del aprendizaje de ese tema. Malos profesores no disfrutan enseñar, y no pueden enseñar a amar el camino. Buenos profesores aman enseñar, y al hacerlo, comparten su amor por el camino con sus estudiantes. 

3. No Logran Motivar Al Estudiante

Estar inactivo es estar cómodo. El crecimiento solo puede darse a través de la incomodidad. Malos profesores tratan de mantenernos cómodos. Buenos profesores nos motivan y empujan hacia lo incómodo.

4. Imponen Su Estilo Al Estudiante

El estilo es la expresión de nuestra esencia a través de la acción. Malos profesores imponen su estilo sobre nosotros. Buenos profesores nos ayudan a descubrir nuestro estilo propio y único. 

5. Tratarán de Adueñarse Del Estudiante

Malos profesores se imponen y se muestran como alguien esencial en tu camino. Buenos profesores guían al estudiante a lo largo de su propio camino.

Bueno amigos, la última cosa que quiero agregar es que, no existe el entrenador, mentor, o profesor perfecto, al comprender todo lo que he compartido en este video, podemos aprender de cualquier maestro de maneras en las que estemos más atentos y más protegidos de los elementos «dañinos» de esos mismos maestros. A menudo tengo conversaciones con mis maestros si siento que me están enseñando de una manera que podría mejorarse, a veces tengo razón, a veces me equivoco, pero en cualquier caso, al comunicarnos la experiencia del aprendizaje mejora, qué es lo que ambos queremos.

También quiero mencionar que realmente deberíamos ampliar nuestra definición de «profesores», los profesores toman formas de personas, libros e incluso nuestras propias experiencias, si están aprendiendo algo de mí, deben saber que no soy el profesor perfecto y es para su propio bien que estén conscientes de esto, incluso conmigo.

Si de verdad aprendiste de este post, no tienes que correr a leer otro, tómate tu tiempo, tal vez sean algunas horas, analiza tus propias experiencias con profesores, y trata de recordar todas aquellas situaciones en las que no solo sentiste que «aprendiste» mucho, sino también situaciones donde «aplicaste» al máximo lo aprendido, porque este es el verdadero aprendizaje.

Y amigos, si están en Instagram y quieren ver más contenido pueden seguirme en @nelsonquest, comparto todas las cosas personales de mi vida allí, incluyendo cosas importantes respecto al canal.

Ciao y nos vemos en un próximo video.

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La Resiliencia: 4 Pasos Para Desarrollar Una Mente Inquebrantable

La Resiliencia: 4 Pasos Para Desarrollar Una Mente Inquebrantable

Pasé los primeros años de mi adolescencia con depresión suicida, era un perdedor, un don nadie, que no tenía futuro, no solo pensaba que era esas cosas, si no que estaba seguro que lo era. Llegué al punto donde no solo no quería ser esas cosas,  sino que ni siquiera quería existir.

Aquí estoy, después de todos esos años, tengo 35 años y cada cosa que he alcanzado, cada una de las cosas que hago, las hago a través de los ojos de mi yo de 13 años, y  así, al mostrarle a mi versión más joven todo lo que es capaz de hacer, con frecuencia llevo mi cuerpo y mi mente a sus límites absolutos. Descubrir esos límites significa ir más allá de ellos, e incluso, ir más allá de esos límites trae consecuencias que por lo general, implican grandes cantidades de sufrimiento y adversidades que necesitan ser superadas.

Durante el primer año y medio de mi negocio, trabajé tan fuerte y soporté tanto estrés que tuve que trabajar desde un colchón sobre el suelo porque sentía que mi cuerpo quedaba envuelto en llamas si me sentaba más de unos cuantos minutos. 

Como un introvertido en extremo y lleno de ansiedad, pasé miles de horas grabando videos para sentirme siquiera lo bastante cómodo como para subir un simple video de mi negocio. ¿Creen que este es mi primer canal de YouTube? Hice cientos de videos y gasté más de 100k dólares de mis ahorros en un canal que falló.

Pasé los últimos años de mis veinte abusando de estimulantes y drogas para la productividad, mientras le quitaba importancia al sueño, y hasta hace 3 años, todo eso me había atrapado tanto, que sufrí agotamiento crónico del cual aún no me he podido recuperar, casi todos los días, tomo varias siestas, y nunca me siento más de 6 de 10 en la escala de energía, me levanto cada mañana agotado y con dolor, pero sin embargo, sigo avanzando. 

Así que, ¿Cuándo me convertí en alguien tan resiliente? o incluso hagamos una mejor pregunta, ¿Cómo he sido capaz de superar circunstancias “negativas” en un momento donde parecía que todas las demás personas se convertían en víctimas de estas circunstancias?

Existe esta idea de la vida perfecta, una vida llena de felicidad y libre del sufrimiento, esta es la vida a la que el sistema quiere que aspiremos y como resultado, muchos de nosotros hacemos todo lo posible para evitar el dolor del sufrimiento, pero qué suerte! Siempre hay un producto, un servicio y un remedio para cada una de las cosas que padecemos, o tal vez no es suerte, tal vez es solo la falsa realidad, diseñada para convertirnos en ganancia.

De todos modos, a pesar de lo que Facebook e Instagram quieren hacernos creer, la “vida perfecta” no existe, es una trampa, la única garantía de la vida es que vamos a sufrir, desamores, la muerte de seres queridos, y nuestro propio e inminente fin. 

Si, vamos a morir, lo siento mucho, pero en palabras de Homero

“Todo es más hermoso porque estamos condenados”.

Una rosa puede ser hermosa solo porque es inevitable que se marchite y de la misma manera, que la muerte es de hecho la condición previa de la belleza, el sufrimiento en gran medida es condición previa de la vida, y no solo estoy hablando del “acto de estar vivos”, nacer, hacer todo lo posible para evitar sufrimiento, y luego morir, no fue nunca vivir en primer lugar.

El sufrimiento es condición previa de una vida que de verdad vale la pena vivir.

Entonces, si el sufrimiento es la inevitable batalla en la vida, una de la cual no deberíamos escondernos, sino por el contrario, una que deberíamos enfrentar sin miedo. La resiliencia es la armadura que permite que aguantemos todo lo que la vida nos arroje, y aun así seguir moviéndonos hacia adelante.

Así que, ¿cómo forjamos la armadura de resiliencia?

La resiliencia se desarrolla al superar de forma constante el sufrimiento y la ansiedad

Déjenme ser bastante claro con esto, es imposible desarrollar resiliencia sin sobreponerse a grandes desafíos. Este post no va a transformarte en alguien resiliente, si lees este post esperando volverte más resiliente, espero ayudarte a ver qué tan absurda es esa idea en realidad, casi tan absurda como ver un video sobre la confianza, y pensar que de un momento a otro vas a ser una persona con más confianza.

Sin embargo, en verdad creo que puedo mostrarte el camino, pero conocer el camino no es recorrer el camino, recorrer el camino es conocer el camino.

La primera vez que experimenté cómo sobreponerme a la adversidad, fue en esencia sobrevivir los primeros años de adolescencia, a partir de ese momento, tuve la idea de que yo era resiliente, era una pequeña evidencia de que era capaz de ser resiliente, pero necesitaba más.

Hace poco, decidí que iba a empezar a boxear, tenía la “idea” de que yo era fuerte, pero cualquiera puede pensar que es fuerte hasta que lo golpean en la cara. Durante mi entrenamiento inicial, siempre tuve la idea que me pondría de pie de nuevo y estaría listo para pelear después de haber sido noqueado, luego tuve mi primer sparring completo, donde un certero gancho izquierdo me dejó inconsciente, todo se puso negro, y mi cuerpo se apagó, pero pasados unos segundos, justo después de que mi sistema se hubiera reiniciado, estaba de pie de nuevo, listo para seguir. Es ahí cuando la idea de que yo podía ser más resiliente en una pelea, se volvió una realidad. 

He sido noqueado en relaciones, amistades, negocios y siempre he tenido la idea de que sería capaz de resistir las tormentas pero no fue sino hasta que de verdad resistí a esas tormentas, una y otra y otra vez, la exposición constante a estas cosas y la posterior superación de inmenso sufrimiento y adversidad, donde pasé de “creer” que yo era resiliente, a convertirme en una persona resiliente de verdad. 

La resiliencia empieza en la mente, pero solo puede ser forjada de verdad en el campo de batalla.

No te des la opción de no sufrir

Según cuenta la leyenda, el conquistador español, Hernán Cortés llegó a México en 1519 con solo 600 hombres. A su llegada, dio la orden de quemar sus barcos, sus hombres vencerían o morirían, retroceder nunca fue una opción, y a pesar de tenerlo todo en contra, salieron victoriosos.

Creo que la mayoría de nosotros sabe de manera intrínseca que debemos sufrir antes de hacer algo grandioso, el problema es que, aun sabiendo esto, la idea de tener que sufrir a través de algo, nos asusta.

Como lo señaló Nietzsche en Humano, Demasiado Humano

“Tienen miedo a su yo superior, porque cuando habla, habla de manera exigente.”

Estoy en un punto donde cada vez que escucho esa voz hablándome, por lo general hago lo que pide, pero para llegar a este punto, tuve que aprender primero a confiar en esa voz, lo que quiero decir es que tuve que percibir las adversidades como algo que era benéfico para mí.

Sabía que las adversidades eran necesarias, pero todavía les tenía miedo, porque me faltaba la experiencia que vendría con esto, entonces, lo que hacía y continúo haciendo hasta el momento, en esencia, es obligarme a enfrentar situaciones donde la adversidad era y es inevitable.

Me pongo en situaciones con inmensas adversidades de las que no puedo escapar. Cuando decidí que iba a competir en un Ironman, me inscribí sin dudarlo, pague los costos de registro, compré todo el equipamiento y reservé tiquetes ida y vuelta a Sudáfrica, donde iba a ocurrir el evento. Mientras entrenaba, me desgarré mi bíceps, me dio tendinitis en ambos hombros, y desarrollé fascitis plantar en ambos pies, pero ya me había comprometido, en mi mente, no tenía otra opción.

Cuando inicié mi negocio, fui por todo, invertí todo el dinero que tenía, por el primer año y medio, no hubo día alguno el cual no tuviera algún gran problema por enfrentar, pero me había encerrado en una celda con la realidad de que, si no resolvía las cosas para hacerlas funcionar, iba a estar jodido. 

Cuando decidí empezar este canal y los invito a que vayan a ver el primer video, ¿les parece que tomé las cosas con calma? ¿Qué construí las cosas con bajo presupuesto antes de aumentar la velocidad? Para nada, desde el inicio contraté 2 videógrafos, un animador, un traductor, y a mi asistente, si no escribo guiones y grabó videos, aun así reciben su pago. Yo hago lo mismo en mis negocios: expansión constante, contratos nuevos, y fechas de entrega agresivas que me obligan a sobreponer los cientos, miles de obstáculos inevitables que se presentan.

Entonces, sin importar el tipo de dificultades que enfrente, por ejemplo, hace poco,  Ro casi pierde su ojo y mi papá estuvo hospitalizado con una infección bacteriana que pudo ser mortal, aun así, encontré la manera de hacer las cosas.

Lo que quiero decir con todo esto es que, en vez de hacer algo tan simple como convencerme que estoy listo para enfrentar adversidades, las cuales, seamos sinceros, existe una probabilidad muy alta de fallar, en especial considerando que los videojuegos, PornHub, la comida deliciosa, están a unos pocos metros de distancia o unos cuantos clics.

Por el contrario, busco situaciones donde no hay escapatoria, donde no tenga otra opción más que hacerle frente a la ocasión y sobreponerme. Quema tus barcos.

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… y mucho más!

Debemos buscar el sufrimiento

A medida que nos sobreponemos a distintos obstáculos inevitables, que vienen como resultado de hacer cosas que implican sufrimiento, algo gracioso empieza a suceder. 

Empezamos a percibir que las adversidades no son un obstáculo, por el contrario, son cosas que debemos buscar. En vez de escapar la voz dentro de nosotros que exige grandeza, empezamos a atender su llamado.

Hay momentos donde siento que no me estoy esforzando tanto como podría, y esa es una señal que me indica que debo buscar más sufrimiento. He aprendido a amar el dolor, por todo lo que me enseña acerca de quien de verdad soy, mucho más allá de la simple idea de mí mismo.

En palabras de Epicteto:

“Cada dificultad con la que tropezamos en la vida nos ofrece la oportunidad de volvernos hacia dentro e invocar a nuestros recursos íntimos. Las pruebas que soportamos pueden y deben darnos a conocer nuestra fuerza… Posees fuerzas que a lo mejor aún no conoces. Encuentra la más apropiada. Utilízala.”

La resiliencia es el camino para crear nuestro mundo real

Existe algo opuesto a la resiliencia, ¿pueden adivinar qué es? Bueno, pausaré el video y voy a darles un momento para que piensen.

Muy bien, si pensaron “fragilidad” o “victimización”, ambas son respuestas aceptables.

Al avanzar en la vida, vamos a conocer muchas personas que atribuyen todo lo “malo” en sus vidas a cosas que no pueden controlar, de hecho, hoy en día, gran parte de la sociedad está conformada por personas que se ven a sí mismas como víctimas, en vez de aprender a buscar el sufrimiento, esas personas aprenden a buscar simpatía, de hecho, están tan resignados para tener una vida indigna, que en realidad, empiezan a percibir a otros que están esforzándose por alcanzar algo, como amenazas.

Ahora, así como esto es fácil de observar en los demás, el verdadero truco está en ser capaces de observar esto en nosotros mismos, y observar esto es algo simple en realidad, piensa en alguna situación en donde estemos enfrentando una adversidad, y considera la siguiente pregunta:

¿Qué tanto me estoy enfocando en lo que no puedo controlar, y ¿Qué tanto me estoy enfocando en lo que sí puedo controlar?

Las víctimas existen en el mundo que no pueden controlar, en cambio, aquellos que sí viven su vida, existen dentro del mundo que sí pueden controlar.

 

Se enfocan en las cosas que podemos cambiar, mientras aceptan que hay cosas que no se pueden cambiar. Algo gracioso sucede cuando las personas existen dentro del mundo que pueden controlar, porque empiezan a darse cuenta, con el paso del tiempo, que de hecho, pueden controlar  el mundo en el que existen.

Resumen

Bueno amigos, hagamos un resumen. El dolor y las adversidades son necesarias para una vida que valga la pena vivir, y la resiliencia es la armadura que nos mantiene vivos y nos permite seguir en la lucha. Tomemos nota de estos cuatro puntos que nos servirán para forjar la armadura:

1. La resiliencia se desarrolla al superar de forma constante el sufrimiento y la ansiedad

Es imposible desarrollar resiliencia sin superar retos difíciles. Cuando somos derribados una y otra, y otra vez, y nos volvemos a levantar, la idea de resiliencia se transforma en resiliencia real.

2. No te des la opción de no sufrir

Las comodidades modernas hacen que sea muy fácil escapar del sufrimiento. En lugar de siquiera tomar esa opción, en cambio deberíamos lanzarnos a situaciones donde las adversidades sean inescapables. 

3. Debemos buscar las adversidades

A medida que creamos resiliencia real superando de forma constante obstáculos desafiantes, como resultado, observamos en nuestro crecimiento y desarrollo, que vamos a percibir las adversidades de una manera que, en vez de evitarlas, empezaremos a buscarlas y enfrentarlas con decisión.

4. La resiliencia es el camino para crear nuestro mundo real

La resiliencia nos libera de “culpar” las cosas que no podemos controlar, y de vivir como víctimas, haciendo que nos enfoquemos en las cosas que sí podemos controlar. Cuando existimos dentro del mundo que podemos controlar, nos damos cuenta que, de hecho, podemos controlar el mundo en el cual existimos.

Bueno, amigos, para terminar aquí, me despido con una frase de Nietzsche, que si la entendemos por completo, nos ayudará de manera increíble para forjar la resiliencia.

“Quien tiene un porqué para vivir, encontrará casi siempre el cómo.”

Yo personalmente, hago todo lo que hago por mi yo más joven de 13 años.

Bueno amigos, me gustaría mucho si en los comentarios abajo pudieran contarme un poco de sus historias o adversidades con la resiliencia.

Y también visítenme en Instagram  @nelsonquest. Voy a seguir publicando noticias del canal y hacer transmisiones en vivo por ahí.

Gracias gracias gracias, ciao y nos vemos en el próximo post.

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